¡pa' que no te olvides!!!

jueves, 18 de febrero de 2010

TEATRO Y MIMOS: “MENSAJEROS DE CRISTO”

UN DIÁLOGO CON MI IGLESIA Edición Revisada por Ivette Pérez y Elizabeth Guzman
PERSONAJES:NARRADORJOVENIGLESIAHIPPIE2 RELIGIOSOSROCKERA / EMO2-3 PERSONAS EN LA PARADA
NARRADOR: Cada uno de nosotros tiene diferentes sentimientos con respecto a la relación con nuestros hermanos en Cristo. Algunos no tienen problemas, aman a sus hermanos, y aunque algunas cositas no les gustan, no le dan mayor importancia. Estos son los que tienen una actitud positiva frente a los demás.
NARRADOR: Otros, en cambio, sin tener necesariamente una actitud negativa, no se sienten cómodos en la iglesia. Las razones pueden variar, pero por lo general es porque piensan que en realidad “no es para ellos”. Algunos ven al fanatismo, la hipocresía, frases o tradiciones indiscutibles como el problema.
NARRADOR: Los seres humanos reaccionamos de diferentes maneras frente al mismo hecho. Nuestra intención con este sketch es analizar estos problemas y tratar de escuchar lo que nos dice la iglesia para poder encontrar un camino de comprensión que refuerce nuestra fidelidad a Dios y a Su Iglesia.
El joven se encuentra en el centro del escenario en la parada de camiones, junto con otras personas, esperando a que llegue el suyo, mira de un lado para otro, esperando impacientemente. Del otro lado del escenario entra la iglesia, ve al joven y se acerca sonrientemente hacia el. El joven la ve y se pone nervioso trata de esconderse detrás de las demás personas que están en la parada. Cuando ella se acerca, finge que no la ve y trata de huir antes de que ella se acerque más, pero la iglesia lo alcanza y lo toma del hombro antes de que se pueda ir.
IGLESIA: Hola, ¿como estas?
JOVEN: ¡Iglesia! Muy bien ¿y tú?
IGLESIA: Me enteré que ya te graduaste. ¡Felicidades!
JOVEN: Si ya por fin, gracias.
El joven sonríe un poco nervioso y notablemente incómodo. La iglesia se da cuenta.
IGLESIA: ¿Podemos hablar? Ya tiene mucho que no te vemos en la unión de jóvenes.
JOVEN: Si… Bueno, es que pues… he estado ocupado. La escuela y esas cosas… ¡Tú sabes!
La iglesia lo mira, no cree lo que le está diciendo y está un poco resentida.
IGLESIA: (en tono de preocupación) No me había dado cuenta de que estabas abandonando a Dios.
El joven mira al cielo, molesto, como diciendo “ya va a empezar”.
JOVEN: ¡¿Por qué siempre tienes que hacer eso?! Piensas que nuestra relación es la misma que mi relación con Dios. (El se queda pensativo un momento.) De hecho… Dios y yo nos llevamos muy bien. ¡Tú eres el problema! (La señala poniendo énfasis en las palabras.)
La iglesia se ríe, como si fuera la cosa más ridícula que hubiera escuchado en su vida, pero
está molesta.
IGLESIA: ¿Yo soy el problema? Sí, creo que definitivamente si necesitamos hablar. A ver, ¿qué es lo que no te gusta de mí?
JOVEN: No es cuestión de gustos. Es que ya me cansé de que todos los fines de semana tenga que, a fuerza, estar reuniéndome contigo. Es que ya no siento necesidad de ti, ¿sabes? (se detiene un momento) Y no es que no crea… ¡Yo creo! Pero si todo lo que necesito es una relación personal con Dios, entonces dime. ¿Dónde entras tú? Si yo solo puedo relacionarme con Dios, ¡entonces no te necesito! Iba contigo porque hay algunas cosas que necesitaba de ti, pero simplemente no las estoy consiguiendo.
La iglesia está indignada.
IGLESIA: ¡Lo sabia! ¿Has estado yendo a otras iglesias, verdad?
La iglesia mira a su alrededor, celosa. El joven la mira, molesto, como diciéndole “ese no es el punto”.
IGLESIA: ¿Con quién te fuiste? (Mira a su alrededor, en la parada del camión ve a una chava con su ipod tarareando una canción) (señalándola discretamente) a ya se los que siempre se roban a todos con su música movidita y sus bailes! (Lo dice con desdén.)
JOVEN: No, no estoy yendo con ellos.
Enfrente de ellos pasan 2 mormones con sus mochilitas, la iglesia los mira celosa.
IGLESIA: mmm entonces ¡Tuvieron que ser ellos, con sus güeritos caminando por todos lados!
El joven no dice nada, solo lo mira molesto. Ella esta desviándose del tema. La iglesia lo mira, pensativa. Caminando en sentido contrario a los mormones viene uno con facha de hippie. La iglesia lo ve y luego en su mente se le ocurre algo que no había pensado antes.
IGLESIA: ¡Ay solo no me digas que estas con los Budistas porque me infarto!
JOVEN: ¡Nada que ver! ¡Ya perdiste totalmente el punto de lo que te estaba diciendo!
IGLESIA: (Indignada) Y según tu, ¿cual fue el punto entonces?
JOVEN: (Piensa por un momento y luego responde.) Tú debes de mostrarme claramente a Cristo y su amor. Que veas mis necesidades y me apoyes. Necesito una iglesia de la cual estar orgulloso, una iglesia…
IGLESIA: (Interrumpiendo.) Ay sí, sí, ya sé… Sin hipócritas ¿verdad? (Ella hace cara como de que ha oído lo mismo miles de veces.) Ustedes siempre se quejan de ellos.
JOVEN: (Lo piensa un momento y luego continúa) No sólo sin hipócritas, sino también sin cobardes, sin chismosos, sin calientabancas y sin fanáticos.
IGLESIA: (Se sorprende.) ¡¿Fanáticos?! (Se queda pensativa un momento, reflexionando). Si, tienes razón. Sinceramente a veces no soy el ejemplo que debiera ser…
JOVEN: (Sorprendido también.) ¿Lo admites?
IGLESIA: ¿Qué más puedo hacer? ¡Además no es como si pudiera rebajar mis ideales! La gente espera cosas de mí. Las personas no siempre concuerdan sus ideales con sus acciones, ¿que se le va a hacer? Además es muy difícil mantener a tanta gente unida. ¡A veces uno no puede agradar a todos!
JOVEN: Ya que lo mencionas pues eso es lo que no entiendo, si eres la iglesia deberías ser eso ¿no? U n i d a. (con molestia).
El joven comienza a caminar por el escenario, dejando atrás la parada. La iglesia se da cuenta y lo sigue.
IGLESIA: ¿Estás diciendo que no lo soy?
JOVEN: (Con firmeza.) Estoy diciendo que mas bien parece como si muchas veces no has estado haciendo lo que debes… estás como que demasiado a la defensiva…
IGLESIA: Pues como no voy a estarlo con tantas otras religiones hoy en día que quieren alejarte de Dios. Parte de mi trabajo es recordarte que Dios desea tu compromiso. ¡Ahora resulta que cuando hago eso, yo soy la mala y me expongo a que me digan fanática!
JOVEN: ¿Y qué se supone que debo hacer? No estoy a gusto contigo y la manera en como haces las cosas. ¡Simplemente no eres para mí! (en voz bajita como para el mismo.) No estoy seguro de que quiera ser como tú.
IGLESIA: ¡Ashhh! Pues bienvenido al mundo real, ¡eh! (Se molesta y pierde el control, luego se controla. Le sonríe.) Lo siento. (Pensativa) Creo que he enfrentado ya muchos problemas para ayudarte a que te encuentres cómodo conmigo. Hay muchas actividades que he diseñado a las que te podrías unir. Creo que lo correcto es que tú hagas algo por mí porque yo ya he hecho mucho por tí. Si tú necesitas algo, ve como yo puedo ayudarte a tí mismo a suplirla. (Lo dice animada.)
JOVEN: Mmm… Sí, ¡como no! (Hace un lado la cara y hace una mueca de irónico.)
IGLESIA: ¡Claro que si! (Animada) No debes de sentirte como un extraño conmigo, aquí hay gente con todo tipo de intereses, y aunque no todos asistan a la misma escuela o no sean de tu edad, aun así tienen muchas cosas en común.
JOVEN: ¿Cómo que? ¿Que somos cristianos?
IGLESIA: ¡Exacto! (Pensativa, como para ella misma) Aunque no todos tienen a Cristo en su corazón… (Luego como si por fin hubiera entendido, muy animada)…y es por eso que debes acercarte más a mí, ¡para que unidos hagamos cosas que permitan que otros conozcan a Dios!
El joven la mira incrédulo, como que no puede creer que ella le este echando completamente la bolita de toda la responsabilidad a el. Ella lo mira y ve su reacción, se tranquiliza.
IGLESIA: Sé que realmente no he respondido a todas tus preguntas. (Lo mira a los ojos, un poco avergonzada.) Pero lo que he tratado de hacer es mostrarte de dónde tendrán que venir las respuestas.
JOVEN: (El la mira, confundido) ¿De dónde?
IGLESIA: (Sonriendo enigmática.) ¿Todavía no lo descubres?
El joven niega con la cabeza. La iglesia se acerca y lo abraza suavemente mientras caminan lentamente de nuevo hacia la parada del camión.
IGLESIA: ¿Recuerdas lo que Pablo escribió acerca de mí?
JOVEN: Tú eres el cuerpo y Cristo es la cabeza. (La mira y ella sonríe y asiente con la cabeza) Nosotros somos las partes del cuerpo. Algunos somos manos, otros son pies y luego otros son un hígado (con mala cara)… pero todos somos necesarios. ¿Cómo podría olvidar eso?
IGLESIA: (Suspira) Es triste, pero a veces, yo misma lo he olvidado. (Pensativa) ¿Recuerdas la historia acerca de la mano que estaba enojada porque no era ojo?
JOVEN: Por supuesto... Que sin embargo, es una parte del cuerpo...
IGLESIA: Así es, así que el hecho de que tú no te encuentres a gusto, que no te caiga bien, no significa que no eres parte del cuerpo. (Pensativa) De hecho, si recuerdo bien mi Biblia, Pablo dice que quienes están en Cristo son parte del cuerpo, ¡aunque digan que no lo son!
JOVEN: (Se siente derrotado, aplastado.) Así que si pertenezco a Cristo, pertenezco a la iglesia.
IGLESIA: (Radiante, sabiendo que le ha ganado.): Así es, no tienes escapatoria. Ahora lo que falta es ver si tú serás un miembro productivo o no. (Sonriendo) La mano debe estar dispuesta a dejar que el cuerpo la use.
JOVEN: Aunque eso también significa que el cuerpo debe estar dispuesto a usar a la mano.
IGLESIA: ¡Exacto! (Contesta sonriente.) Yo no puedo quejarme de que no seas uno de mis sólidos y confiables pies, porque tú tienes necesidades diferentes y también formas de servirme diferentes.
JOVEN: ¡Vaya! ¡Ya era tiempo de que alguien se diera cuenta de eso! ¿Y qué harás al respecto?
IGLESIA: Quizás debiera preguntártelo a ti. (Señalándolo a el). Podrías considerar antes de tener responsabilidades, ¿cuál es la voluntad de Dios en tu vida?
JOVEN: Bueno, en eso no había pensado, la voluntad de Dios no es clara para mí.
IGLESIA: Tu eres parte de mi y yo de ti, eso es claro y es parte de la voluntad de Dios. Muy a menudo actúas como si tu única alternativa fuera amarme incuestionablemente o abandonarme completamente. ¡Eso no es justo! Amarme realmente significa ayudar a hacer de mí todo lo que debiera ser.
JOVEN (Con cautela y cierto temor): ¿Estás diciendo que quieres que yo proponga cosas en la iglesia? ¿Qué haga cambios?
IGLESIA: Podría ser una opción. Es tu responsabilidad también la de encontrar la manera de hacer mejor las cosas para la gloria de Dios.
JOVEN: Lo que me estás diciendo es que de alguna manera necesito comprometerme contigo.
IGLESIA: Te necesito. ¿Y yo quisiera saber si tu estas dispuesto a ser un miembro que se deje usar por la cabeza que es Cristo? Tú eres parte de mí y yo de tí, y sin tí, no estoy completa.
La iglesia se calla y queda pensativa. Después de un momento lo mira a los ojos y le sonríe. La iglesia se da la vuelta y se comienza a ir. El joven queda callado y pensativo, la ve irse.
NARRADOR: Como dice Pablo a los Corintios: Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 1 Corintios 1:10.
El joven, pensativo, reacciona y corre hacia la iglesia. Ella se detiene.
JOVEN: ¡Espera, Iglesia! Yo voy contigo, formo parte de ti, soy igual de importante como cualquiera de tus miembros, así que vamos, quiero ser fiel a Dios y servirle contigo.
La iglesia sonríe y juntos salen del escenario caminando.
Cierra Telón
Fin
Drama: Un Hombre Llamado PedroBasado en Mateo 4:18-20
ORACION Mi Señor, habla a nuestras vidas, toca nuestros corazones. Te amamos y deseamos mas de ti. Deseamos mas de tu unción, deseamos mas de tu fruto, deseamos cambiar. Tu puedes hacerlo en nosotros como lo hiciste en Pedro.NARRADOR Pedro amaba a Jesús, no hay duda de ello. Dejo su casa, dejo su negocio, dejo su estilo de vida por seguir al maestro. Pero hubo algo que no dejo. No dejo su carácter, no dejo sus impulsos, no dejo su coraje. Tenía un llamado tan grande. Tenía una visión con tanto alcance. ¿Quien le detenía? ¿Pudiéramos decir que Satanás o algún demonio? De ninguna manera.El peor enemigo de Pedro era. . . Pedro. A continuación vamos a presentar un mensaje dirigido a Pedro. Yo pregunto en esta noche ¿Solo a Pedro habla el Señor?
PRIMERA ESCENA
(se ven los discípulos sentados y Jesús lavándole los pies, Pedro esta sentado y el dialogo comienza cuando Jesús se acerca a lavarle los pies).(Pedro)--Señor ¿Que haces?(Jesús se inclina a lavarle los pies mientras Pedro se levanta y da un paso atrás)(Pedro)--No! No me lavaras los pies jamas!(Jesús le contesta con palabras tiernas)----Pedro, cuantas veces he tratado de enseñarte que mis caminos no son tus caminos, que mis pensamientos no son tus pensamientos. Te quiero enseñar a parecerte mas a mi. Te quiero bendecir. Y tu te me opones solo porque no lo hago a tu manera. Pedro si no te lavare, no tendrás parte conmigo.(Pedro parece estar confuso. ¿Como Jesús le puede decir esto? Si el siempre le ha querido complacer. Y tratando justificarse le dice:)----Pero Señor si yo lo he dejado todo por ti. Yo he declarado que tu eres el Cristo. Yo he salido al frente, siempre soy el primero. Por qué me hablas así. Esta bien Señor, lávame. Mira no solo mis pies, lávame la cabeza, lávame las manos.(Jesús)----Pedro, Pedro, aun cuando te insisto, cuando casi te obligo porque quiero bendeciré aun en contra de tu voluntad, todavía tu insiste a que aun en ese momento siga siendo a tu manera.(Pedro se sienta y Jesús le pone sus manos en los pies y le dice:)----Pedro cuantas cosas tengo para ti. Si supieras cuantos milagros vas hacer en mi nombre; Si supieras hasta donde vas a recibir mi revelación; Si supieras hasta donde vas a ver mi gloria; quizas no te resistieras tanto.(Con una mirada triste, Jesús se voltea a los otros discípulos y les declara:)----Uno de ustedes me entregara en esta noche. Y no solo uno me entregara sino que todos se escandalizaran!(Todos los discípulos se empiezan a preguntar entre si, ¿seré yo? Pero Pedro sin pensarlo mucho, se precipita a donde Jesús y le dice:)----No maestro. No yo. Ellos quizas si, pero yo no. Yo nunca te negare!(Jesús)--Pedro en verdad te digo que antes que el gallo cante, me negaras tres veces.(Se acaba la primera escena. Los hermanos se retiran y el narrador continua hablando.)(Narrador):La intención de Pedro era buena. Pero no era sensible a la voz de Dios. Siempre había en el la actitud del hombre que lo puede resolver todo. La actitud del que sabe pelear hasta conseguir lo que quiere. Cuando Jesús anuncio que iba a morir, Pedro le dijo que nunca sucediera eso. En ese momento, Pedro estaba siendo usado por Satanás ya que el mismo Jesús tuvo que reprenderlo.Jesús le quería enseñar a Pedro que las batallas espirituales no se pelean con fuerzas físicas sino con el Espíritu de Dios. Es la unción la que pudre el yugo. "Nuestra batalla no es contra carne ni sangre sino contra principados y potestades." Cuantas veces levantamos guerra contra nuestros propios familiares, en el trabajo y aun en la iglesia cuando deberíamos estar ganando esas batallas en ayuno y oración.Jesús le quería enseñar a Pedro que no podemos hablar rápido ni tomar decisiones a la ligera sin primero ser guiados por el Espíritu Santo, porque si lo hacemos puede ser que caigamos en el juego de Satanás aun cuando creemos que así servimos a Dios.Jesús le quería enseñar a Pedro que en el Señor no hay posiciones. Que todos somos débiles y que lo unico que nos mantiene fuertes es el confiar en que Dios sabe lo que esta haciendo aun cuando nosotros no lo entendamos. No somos fuertes ni estamos libres de caer porque seamos ministros o tengamos posición en la iglesia o porque cumplamos con nuestros deberes cristianos.Cuando los discípulos se estaban escudriñando para ver si ellos serian los que entregarían a Jesús, Pedro ni siquiera creyó que el seria capaz de ello. Cuanta falta nos hace la humildad, cuanta faltas nos hace mirar primero la viga en nuestro ojo antes de mirar la paja en el ojo de nuestro hermano.
SEGUNDA ESCENA
(Jesús se encuentra en un cuarto fuera de los ojos de todos con dos guardias ya que esta compareciendo ante el sumo sacerdote. Se encuentra con sus manos atadas. Mientras que en distintas esquinas del templo hay personas conversando de lo que esta sucediendo. Pedro entra al templo tratando de cubrirse el rostro y hasta con temor. Al llegar a una de las esquinas se escucha el siguiente dialago:)(Una Mujer):--Miren, este es uno de ellos.(Pedro atemorizado):--De que hablas mujer. No lo conozco.(Apresuradamente Pedro se va para otra parte del templo)(Un Joven se le acerca):--Oye, yo te he visto antes. ¿No eres tu el que caminaba con Jesús?(Pedro en forma orgullosa):--Estas equivocado, yo no ando con esa gente.(De momento se le acerca un caballero):--Claro que si! Si miras hasta hablas como ellos!(Pedro enojado):--Bah, que voy hablar como esa gente. No se de que hablas.(Al decir esto Pedro se mueve hacia la puerta por donde van a pasar a Jesús y en un tape grabado se escucha el cantico de un gallo, en seguida sale Jesús sujeto de los guardias y se ve Jesús. La mirada de Jesús y la de Pedro se encuentran. Entonces el Narrador dice):Y se acordó Pedro lo que Jesús le había dicho "Antes que cante el gallo me negaras tres veces.(En este momento se llevan a Jesús y Pedro sale llorando amargamente. Aquí concluye la segunda escena)(Narrador):Pedro lloro, pero su llanto no fue el mismo. Fue un llanto del alma. Por primera vez se había dado cuenta que ganando también se puede perder.Después de este quebranto, Pedro jamas fue el mismo. Pedro sabía que algo se había destruido.Muchos se han preguntado por que el llanto de Pedro fue tan profundo y tan amargo. Quizas la respuesta la encontramos en Marcos 16:7Marcos 167 Mas id, decid á sus discípulos y á Pedro, que él va antes que vosotros á Galilea: allí le veréis, como os dijo.A sus discípulos y a Pedro. El nombre de Pedro estaba aparte de sus discípulos. Esto le hizo recordar a Pedro las palabras de Jesús:Mateo 1033 Y cualquiera que me negare delante de los hombres, le negaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos.
TERCERA ESCENA
En la próxima escena Pedro había regresado a la pesca, tal vez pensaba que ya no era digno de ser predicador. Jesús tenía noticias para el.Tercera y Ultima Escena (se ven algunos discípulos sentados con Pedro como si estuviesen pescando. Jesús se les acerca y les pregunta).--Hijitos, ¿tenéis algo de comer?(uno de ellos sin reconocerlo le contesta)--No, nada.(Jesús):--Echad la red a la derecha y hallareis.(un grupo de ellos echan la red mientras Pedro observa a los que echan la red y a Jesús como el que recuerda algo, luego los discípulos hacen como que están haciendo mucha fuerza y piden ayuda, Pedro y los otros discípulos van ayudarle con excepción de Juan. Juan observa a Jesús y de momento se da cuenta de quien es y corre adonde Pedro.)(Juan):--Pedro! Pedro! Es el Señor!(Pedro):--¿Que dices?(Juan):--¿A que te recuerda este acontecimiento? Es El Pedro! Es Jesús!(Pedro corre hacia donde Jesús se encuentra y los demás discípulos arrastrando la red le siguen y al llegar adonde el vieron que les tenía cena preparada):(Jesús):--Venid, acomódense y coman.(Los discípulos se sienta a comer sin decir nada y el narrador comenta):(Narrador):--Ninguno se atrevía a preguntarle si el era Jesús pero sus corazones ardían y sabían bien que estaban con el Señor. Al terminar de cenar Jesús se acerca a Pedro y le pregunta:(Jesús):--Simón, hijo de Jonás, ¿me amas mas que estos?(Narrador):--En otros tiempos, Pedro hubiera contestado sin pensar y en forma desafiante: Claro que si!Pero este era otro Pedro. El Pedro que corto la oreja del siervo del Sumo Sacerdote, el Pedro que grito jamas te negare, el Pedro que dijo nunca me lavaras los pies había muerto. Había muerto en una noche de amargo llanto.(Pedro):--Si, Señor; tu sabes que te amo.(Narrador):--Su respuesta fue humilde. Si te amo. Pero no se atrevió a decir que mas que sus hermanos.Jesús le vuelve a preguntar:(Jesús):--Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?(Narrador):--En esta ocasión, Jesús no le pregunta si lo ama mas que los otros. Pero si usa el verbo "Ágape" que quiere decir el amar con el amor de Dios. Este tipo de amor contrario al amor "Fileo" es el amor que todo lo da y que todo lo puede.Jesús continuaba tratando con el corazón de Pedro.(Pedro):--Si, Señor; tu sabes que te amo.(Narrador):--Que diferencia! Unas horas atrás. Pedro hubiera gritado te amo "ágape" pero ahora responde, te amo "Fileo."Por primera vez reconocía sus debilidades.(Jesús):--Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?(Narrador):--Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez ¿me amas?Jesús le daba la oportunidad de volver hacer su discípulo. Pedro volvía a declarar públicamente que amaba a Jesús; lo hizo tres veces. . .al igual que lo negó tres veces.(Pedro):--Señor, tu lo sabes todo; tu sabes que te amo.(Jesús y Pedro se abrazan mientras lo otros discípulos se acercan y se unen en el abrazo, la escena finaliza de esta manera.)(Narrador):--Hoy Jesús también nos da la oportunidad de restaurar nuestras vidas.Yo pregunto en esta noche ¿Hay algún Pedro entre nosotros?Jesús pregunta ¿Me amas?(La parte se le pasa al Pastor para que haga el llamado y ministre según el Espíritu Santo lo dirija)
Tipos de madrePor: María Victoria C. de Santos/Artículo de Desarrollo y Formación Familiar, A.C.vivir@laprensa.com.sv Le ofrecemos una guía ejemplificada de los tipos de madre que se puede llegar a ser. Un texto de la socióloga y psicóloga chilena María Santos.
La mamá voluble
Amanece de muy buen humor y todos están muy contentos. Tiene paciencia con sus hijos, les ayuda en sus tareas y hasta les prepara un pastel. Pero si amanece de mal humor, la mamá se vuelve otra.
Enfadada con los niños por cualquier detalle, los reta y los castiga con facilidad. Su comportamiento depende de sus estados de ánimo. Los hijos sufren con estos cambios pero aprenden a sacarle los permisos cuando anda de buenas y se mantienen a la expectativa cuando anda de malas.
Esto les crea un ambiente de inseguridad y frustración porque cuando anda de malas, cosas buenas las toma negativamente. Los niños se vuelven hipócritas e interesados, porque aprenden a buscar el momento y no siempre son sinceros.
Una madre que se deja llevar por su ánimo puede hacer mucho daño a sus hijos ya que si ella no tiene ganas de comer, no querrá preparar la comida.
Si no tiene ganas de levantarse y llevarlos a la escuela, los dejará jugando en casa. Les enseñará así a ser inconstantes en sus obligaciones cuando su deber sería enseñarlos a luchar por controlar las pasiones y ser personas triunfadoras y estables.
La mamá ausente
Lourdes tiene un hijo de 16 años y está sorprendida de como llegan las muchachas a visitar a su hijo toda la tarde. Ella se queda a cuidarlos pero se pregunta: "¿Dónde están las mamás que no saben dónde andan sus hijas?".
Gabriela es de esas madres que diariamente parte al gimnasio, luego se va a recorrer las tiendas de moda; más tarde va a visitar a una amiga y después a comer donde unos conocidos junto a su esposo.
Mientras, sus niños están en casa consagrándole horas a la televisión, peleas entre ellos y haciendo sus tareas a la rápida... sólo si se acuerdan. Triste pero real, la mamá ausente corresponde a aquella que no tiene ni idea de la vida de sus hijos.
No sabe si les da fiebre, si comen o no comen, si tienen o no problemas en el colegio, si andan tristones, si son amigables, si son respetuosos con los demás, si se lavan los dientes, etc.
Son esas mamás 100% limpias, que nunca tienen la falda embarrada ni las uñas quebradas por jugar a la pelota. Sin embargo, en todas las fiestas aparecen impecables y "haciendo de buenas mamás", junto a unos hijos -aquel día radiantemente vestido- para que todos las vean.
El resto del tiempo, otras personas "buenas y eficaces" se encargan de los chicos; pero éstas buenas personas seguramente no podrán dar a los niños ni el amor ni la atención que les daría una buena madre y ellos requieren.
Generalmente estas mamás dejan a los hijos al cuidado de una guardería, de una nana o en el mejor caso de un familiar.
Profesoras con niños problemáticos, hijos de este tipo de mamá, siempre se preguntan:
"¿Dónde está la mamá de este niño?"
No asisten a las reuniones de padres, se les cita y no acuden o envían a alguien para ver de qué se trata.
¡¡¡Qué decir de las consecuencias de este estilo de madre en los pequeños!!! Sólo por mencionar algunas: inseguridad; soledad; carencia de apoyo, de normas, de lazos fuertes.
Y en la madre, la tristeza final de no haber gozado el don de conocer, educar y criar a sus propios hijos.
La mamá exagerada
Esta es la típica mamá que cree que con cualquier problema se va a caer el mundo, que sus hijitos son como de cristal y que lejos de ayudar a los suyos, crea un clima de inseguridad y terror colectivo.
Asimismo, sus hijos temen contarle sus problemas porque reacciona desmesuradamente:
- "La maestra no me quiso pasar al pizarrón", relata Pepe a su mamá.
- "¡¡¡Qué injusto que la maestra no te trate bien!!! Mañana mismo voy al colegio para hablar con esa profesora", responde la madre.
Este tipo de actitudes, lejos de ayudar al hijo, lo ponen nervioso y lo vuelven generalmente muy sensible.
Además ella sufre porque no puede dominar todas las situaciones de la vida, hace sufrir a su hijo -¡¡¡que crece siempre aterrado!!!- y puede crear seres dependientes e inseguros, que no saben defenderse por si mismos.
Por último, ante cualquier golpe o contrariedad de la vida el niño está seguro de que este es muy grave y sufre mucho con detalles que no son tan importantes.
La mamá posesiva
- Pónte el chaleco.
- ¡Ay!, cuidado, no te vayas caer.
- Hazme caso, es mejor que lo hagas como yo te digo.
- Estoy indignada con fulanita, porque le hizo esto a mi niña.
Una madre que quiere que sus hijos hagan siempre lo que ella quiere, es una madre posesiva y absorbente.
Casi siempre sucede que inconscientemente quiere que sus hijos sean indefensos y débiles para poder protegerlos y cuidarlos.
Teme que sus hijos se rebelen y quieran hacer su propia vida, por lo que les da pocas oportunidades de desenvolverse solos.
Es una madre muy temerosa de perder el cariño de sus hijos y se pone muy celosa de que amen a otras personas.
Marcela tiene una mamá de éstas.
Todo la vida quiso influir en sus decisiones, hasta que llegó a un punto, cuando creció y se casó, en que tuvo que irse a vivir temporalmente a otra ciudad porque tanto ella como su esposo no podían dar un paso sin que su mamá no estuviera al medio opinando.
Afortunadamente, durante este tiempo y al verse sola, la madre en cuestión comprendió que a los hijos hay que enseñarlos a caminar y luego soltarlos para que vivan su propia vida.
Y que con esa actitud de siempre inmiscuirse en los asuntos de Marcela lo único que ganaba era alejarla.
La mamá relajada
Laura es una mamá muy "buena onda", como dicen los compañeros de sus hijos.
Un día fueron varias familias amigas al campo.
Los niños acudieron a ella para pedirle permiso para ir al lago.
Laura no consultó a las otras mamás y como su filosofía es dejar a los niños aprender y ser responsables por su propia experiencia, los dejó ir.
Pasaron dos horas y los niños no llegaban.
Todas las mamás se empezaron a inquietar.
Entonces Laura les dijo que ella los dejó ir al lago.
Rápidamente fueron a ver que pasaba y se encontraron con que los chicos se habían subido a una canoa y estaban atascados y asustados pidiendo ayuda.
Este tipo de mamás no miden la consecuencia de sus actos, quieren que los hijos aprendan a veces a un precio muy alto.
No les gusta llamar la atención de sus hijos o retarlos para no molestarse y los dejan hacer lo que quieran.
Todo lo dejan al buen juicio y a la responsabilidad de los niños.
"Tienen que aprender por experiencia" es su lema, y creen en la ley del mínimo esfuerzo.
El problema de esta actitud es de que si los niños no reciben formación y criterios para decidir, difícilmente van a tener un buen juicio para optar en la vida.
Es muy bueno dejar que los chicos sean independientes y responsables, pero necesitan una guía para saber cual es el camino correcto.
La mamá sacrificada
Julia piensa que su rol como madre es la de sacrificarse plenamente por sus hijos en todos los aspectos.
Cuando a uno de sus hijos se le antoja algo, ella inmediatamente corre a proporcionárselo.
Sus hijos están felices porque no hay deseo que no sé les cumpla: desde las hamburguesas que tanto les gustan, hasta las zapatillas de su marca preferida, aunque ello significara un gran sacrificio económico.
Ella piensa que la única manera de "retener" a sus hijos a su lado y "mantenerlos a raya" -aunque sea un poco- es sacrificarse para que los hijos se sientan en deuda con ella y así la obedezcan y nunca la dejen sola.
Su lema: "sacrificio materno = gratitud eterna".
Julia se sentía feliz de actuar así, hasta que empezó a tener problemas con su hijo Juan, cuando éste entró a primero básico y ya no quería ir al colegio.
El nunca había tenido responsabilidades, su mamá le hacía todo y ahora el profesor le exige tarea y que aprendiera muchas cosas.
Cuando Juan era más pequeño su mamá no dejaba que se molestara en recoger los juguetes "pobre, está muy chico y además se tarda mucho en recogerlos", decía Julia.
Así que el cambio de un ambiente sumamente relajado a una escuela con exigencias y responsabilidades fue ¡un verdadero drama!
Hay muchas madres que, como Julia, quieren conseguir lo que desean por medio de un chantaje sentimental.
Pero deberán pensarlo mejor, porque eso trae muchos problemas.
Primeramente los hijos se alejan de los padres que actúan así, ya que esta actitud corta la comunicación.
Los hijos temen decir lo que piensan o sienten porque saben que su madre se puede ofender y saldrá con un discurso tipo: "Yo que tanto hago por ti y ahora me sales con..."
En el caso de Julia el sacrificarse tanto por el hijo impidió que éste tuviera ese mismo espíritu de lucha y sacrificio.
A la primera exigencia decidió escapar y prefirió no ir más al colegio.
El consentir en exceso a los hijos limita su desarrollo, se hacen menos capaces de enfrentar problemas.
Los padres que utilizan el chantaje emocional y se sacrifican sólo para obtener un beneficio vuelven en muchos casos al hijo muy dependiente.
El hijo se siente tan agradecido por el "sacrificio" que no puede tomar decisiones sin antes consultarlas, será inseguro de sí mismo y tendrá muchos sentimientos de culpa.